La luz intensa pulsada, mejor conocida como IPL por sus siglas en ingles que significan Intense Pulsed Light. Se encarga de emitir una banda ancha de luz, la cual puede tratar varias problemáticas al mismo tiempo, como por ejemplo:
Manchas pigmentadas
Varices
Arrugas
Poros dilatados
Depilación permanente
Imagen: zonas del cuerpo tratadas con IPL.
Además el IPL estimula la formación de colágeno gracias al hecho de que la luz emitida penetra en las capas más profundas de la piel con la intención de mejorarla, por lo que no es de extrañar que el IPL sea el protagonista de muchos tratamientos de rejuvenecimiento en el área facial, escote, cuello y manos.
El IPL, también conocido como fotodepilación, posee diferentes longitudes de onda. De tal forma que puede ofrecer mayor versatilidad según las características del paciente. Entre los principales beneficios de cualquier tratamiento con IPL podemos mencionar:
Tratamiento personalizado, cualquier tratamiento estético requiere de un estudio de las características del paciente, siendo en este caso las propiedades de la piel y del vello. El IPL permite ajustarse a las características de cada persona.
En el caso de la depilación definitiva, es posible tratar varios tipos de vellos. Gracias a la precisión del IPL, puede actuar tanto al vello fino como al grueso.
Cubre una superficie de 5 cm², permitiendo eliminar más vello por disparo en comparación con el láser. Tratándose así de una sesión más rápida.
Es ideal para depilar a los hombres, ya que al tener una mayor densidad de vello, el IPL se convierte en la solución ideal.
Es indolora, el paciente solo sentirá un ligero calor en la zona, haciéndola ideal para tratar zonas sensibles como el rostro, entrepiernas, ingles, glúteos y manos.
El enrojecimiento causado por el tratamiento desaparece en pocas horas.
Para la depilación no se debe usar en pieles bronceadas u oscuras. Esto se debe a que la luz pulsada se guía por la melanina del vello, y en el caso de que sea una piel oscura, impide la eficacia del IPL. Por esta misma razón no es eficiente para la eliminación de vello canoso, rubio o pelirrojo.
Es menos preciso que los láseres, debido a que el IPL trabaja con una banda ancha de luz y no directamente en un punto específico.
Se necesita realizar una o dos sesiones de mantenimiento al año.
Los aparatos de IPL se encargan de generar disparos de luz como si se tratase de un flash, dichos disparos son realizados por medio de una lámpara de xenón y tienen una longitud variable, permitiendo la configuración del mismo con intención de adaptarse a las características del paciente. Gracias a que dicha luz sale en diversas direcciones, es posible abarcar una mayor superficie en cada disparo, reduciendo así el tiempo del tratamiento en comparación con otros métodos como por ejemplo el láser de diodo.
Antes de cada sesión, el especialista aplica un gel frío sobre la zona a tratar, luego se activa la máquina IPL. Este tipo de depilación es realizada por fotodermolisis selectiva. Lo que quiere decir que es mediante la aplicación de calor, 70º C para ser más exactos.
El calor producido por la máquina IPL se dirige directamente al folículo piloso con la intención de quemarlo. Cada disparo de luz se realiza a una distancia de 1 a 5 mm de piel. La luz emitida por el IPL capta la melanina del vello, es decir, su pigmentación, la cual debe ser notablemente distinta a la piel para así garantizar el éxito del tratamiento.
Al retirar el gel, se eliminan los primeros vellos, otros caen con el pasar de los días. Pero aquellos folículos inactivos no sufren daño alguno, por lo que a futuro saldrán nuevos vellos. Por supuesto en menor cantidad y densidad. He aquí la importancia de realizar varias sesiones, con la intención de ir eliminando este tipo de vellos. De hecho lo más recomendable es realizar 5 sesiones aproximadamente, donde cada una de ellas debe tener un intervalo de 2 meses.
Cada sesión tiene una duración de 30 a 60 minutos.
Tipo de piel
Tipo de vello
Densidad de vello
Que tan extensa es la zona a tratar
Estado hormonal
Es recomendable realizar una sesión al año, con la intención de eliminar posibles vellos nuevos productos de los folículos inactivos durante las sesiones anteriores.
El calor producido por el IPL se encarga de estimular la producción de colágeno mientras elimina la piel envejecida y dañada por el sol. Permitiendo la difuminación de las tonalidades de la piel, gracias a que este sistema está basado en exponer la zona afectada a una fuente lumínica de alta intensidad que abarca una gama de colores similares a los producidos en la piel por diversos efectos o irregularidades de textura y pigmentación.
Alteraciones o manchas de pigmentación, como por ejemplo lentiginosis o cuperosis.
Texturas indeseables, como por ejemplo la piel seca.
Disminuye la profundidad de las arrugas.
Luego de la primera sesión, es posible apreciar resultados notables. Generalmente el tratamiento requiere un total de 3 a 5 sesiones, donde la cantidad de ellas dependerá según las indicaciones del especialista del centro de estética. Igualmente puede ser combinado con otros tratamientos estéticos para mejores resultados.
El IPL se caracteriza por ser un tratamiento rápido e indoloro. Sin embargo es necesario tomar en cuenta ciertos cuidados después de cada sesión como por ejemplo:
Utilizar protección solar en la zona tratada, por otra parte lo ideal es evitar la sobreexposición solar antes y después del tratamiento, al menos durante 15 días.
No aplicar tratamientos agresivos durante 15 días, como por ejemplo peeling, ya que la piel estará un poco más sensible.
En el caso del rejuvenecimiento en la zona facial, cuello, escote y manos. Bien puede ser combinado con los siguientes tratamientos:
Ácido hialurónico
Bioestimulación
Plasma
Peeling
Radiofrecuencia 3G